Procurando cuidar el oído en nuestro día a día podemos alargar una buena audición, prevenir las lesiones permanentes y evitar la sordera precoz.
Es fácil que por desconocimiento hayamos instaurado algunas costumbres en nuestra jornada que pueden dañar nuestro oído. El seguimiento de estos consejos basados en los errores más comunes es vital para mantener un oído sano y favorecer una audición duradera.
Consejos básicos ACTITUD 24 para mantener un buen oído:
1. Durante la escucha con auriculares (música, radio, videojuegos, móvil, etc.) :
–Evitar la escucha con auriculares con el volumen demasiado alto (debemos poder entender las conversaciones de nuestro alrededor) y/o durante tiempo prolongado.
-No subir el volumen de los auriculares para amortiguar los ruidos ambientales (en el trabajo, en el transporte público, etc.)
-No dormirse con los auriculares puestos, tener la precaución de poner un temporizador para que se apague.
2. En el coche:
-Mantener las ventanillas cerradas para evitar el ruido del tráfico y del viento, principalmente aconsejado a las personas que pasan muchas horas al volante.
-Evitar poner la radio del coche a todo volumen.
3. En momentos de ocio:
-Durante conciertos, discotecas y fiestas: evitar estar delante o muy cerca de los grandes altavoces.
-Si se practica caza, tiro, submarinismo u otras aficiones que puedan afectar al oído, es conveniente asesorarse para estar bien protegido.
4. Durante la jornada laboral:
-Protegerse adecuadamente con los EPIs facilitados en los puestos de trabajo expuestos a ruido fuerte.
-Las personas que trabajan con auriculares para dar respuesta telefónica deben tener la precaución de ajustar el volumen al mínimo confortable e ir cambiando de oído si el auricular no es doble.
5. Higiene adecuada del oído:
-El error más común en la higiene diaria es querer limpiar demasiado o demasiado a fondo…
-Del oído se debe limpiar el pabellón auditivo con agua y jabón durante la ducha y secar con una toalla o un pañuelo hasta donde se llegue con un dedo.
-No debemos introducir bastoncillos ni otros objetos rígidos (horquillas, llaves, etc.) en el conducto auditivo.
-En las paredes del conducto auditivo debe haber un recubrimiento de cera, que tiene una función protectora: atrapa polvo, pequeños insectos, microorganismos y partículas suspendidas en el aire.
-Si retiramos dicho recubrimiento, el organismo produce más. Si hurgamos con bastoncillos u otros utensilios rígidos, además existe riesgo de lesión permanente y se irrita la piel de la pared del conducto produciendo sensación de picor, lo que acaba provocando un círculo vicioso de producción excesiva de cerumen, irritación, picor y rascado.
Observando estas sencillas pautas evitaremos posibles lesiones continuadas y una pérdida progresiva de oído de la que podemos no ser conscientes.
Cuidemos nuestro oído hoy y lo agradeceremos el día de mañana.